sábado, 6 de marzo de 2010

Aldea Global

Las organizaciones ya no están limitadas por fronteras nacionales. Burger King pertenece a una empresa inglesa y Mc Donald’s vende hamburguesas en la Guayana Francesa. Los nuevos empleados de Nokia, fabricante de teléfonos con sede en Finlandia, proceden cada vez más de la India, China y otros países en desarrollo, al grado de que ahora los trabajadores extranjeros superan a los finlandeses en el famoso centro de investigación de Nokia en Helsinki. Ahora, los principales fabricantes de automóviles construyen sus unidades fuera de sus fronteras; por ejemplo, Honda arma coches en Ohio, Ford en Brasil y tanto Mercedes como BMW en Sudáfrica. Estos ejemplos ilustran que el mundo se ha convertido en una aldea global.


Los empleados deben ser capaces de trabajar con personas de culturas distintas. La globalización afecta las habilidades de trato con la gente de los trabajadores. Cada vez hay más posibilidades de recibir un puesto en el extranjero, una vez allí, el empleado se enfrentará con una fuerza de trabajo que probablemente sea muy distintas. Incluso trabajando en su propio país, aumentan las posibilidades de trabajar con jefes, compañeros y otros empleados que nacieron y crecieron en culturas diferentes. Para trabajar bien deberá comprender su cultura y adaptarse a esas diferencias.

Las organizaciones se han hecho, progresivamente, más heterogéneas y el reto que se plantean es dar mejor cabida a los diversos grupos de personas. Tienen que cambiar su filosofía de tratar a todos por igual y reconocer las diferencias, respondiendo a ellas de forma que se aumente la productividad sin discriminación. Si la diversidad se maneja bien, puede aumentar la creatividad y la innovación de la organización, además de mejorar la toma de decisiones al introducir diferentes puntos de vista.

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