lunes, 22 de febrero de 2010

Motivación

Sin duda, entiendo por motivación el impulso, intensidad e insistencia de las personas por alcanzar una meta. Este impulso básico es distinto y viene influenciado por la situación. Por ejemplo, es curioso como el mismo estudiante al que le cuesta leer un libro más de 20 minutos puede devorar un libro de Harry Potter en una tarde. La motivación procede de la situación.

En el ámbito laboral la motivación del trabajador es un problema para el cual las organizaciones buscan continuamente nuevas soluciones. A pesar de que los administradores no cesan de buscar maneras de motivar a sus empleados y de que una parte importante de los trabajadores actuales no está motivada, desde el burladero, nosotros, los estudiantes, sabemos cómo mejorar la motivación laboral. Dinero.

El dinero motiva, es importante para las personas porque es un medio de intercambio. Puede que las personas no trabajen sólo por dinero, pero si quitamos el dinero, ¿cuántas personas irían a trabajar? Creo que muy pocas. El dinero también tiene un valor simbólico aparte de su valor de intercambio. Se toma el salario como medida de éxito laboral, a mayor salario mejor posición. Además también refleja cuánto valora la empresa al empleado. En este sentido, el dinero se toma como el principal factor con el que comparar nuestras aportaciones y decidir si somos tratados con justicia.

Sin embargo, el dinero no motiva a todos los trabajadores y existen diferentes métodos con los que se puede estimular el desempeño de los trabajadores: fijación de metas, toma participativa de decisiones, reconocimiento, otorgar a los trabajadores más responsabilidades, rediseño de los puestos y competencias etc.

De todos los programas de motivación, el de permitir a los empleados participar en las decisiones que les afectan, me resulta especialmente interesante. Un proceso participativo aprovecha toda la capacidad de los empleados y fomenta el compromiso con el éxito de la empresa. El empleado es responsable de la trayectoria de la empresa, intentará que ésta mejore y, en consecuencia será más productivo.

Las personas poseen diversas estructuras de necesidades y, por extensión, las laborales varían de acuerdo con el género, edad, nivel de ingresos, tipo de puesto, nivel en la empresa, etc. Por ello los patrones motivacionales varían significativamente de un trabajador a otro.

Un especialista, comprometido con su profesión (que no con su trabajo), prefiere un trabajo estimulante, le gusta enfrentar problemas y encontrar soluciones, concede una gran importancia a las oportunidades de fomentar sus habilidades. Un especialista encontrará motivación en proyectos estimulantes o en oportunidades de educación (talleres, conferencias…). Por el contrario, la motivación de servidores no cualificados o de quienes realizan tareas repetitivas se complica. ¿Cómo estimular a individuos que ganan muy poco y que tienen pocas oportunidades de incrementar su salario en su puesto actual o mediante un ascenso?. Métodos para motivar a estas personas podrían ser: facilitarles horarios flexibles, pago de incentivos o concederles mayor responsabilidad. No obstante, el incremento salarial hará más atractivo esta clase de trabajo.

2 comentarios:

Eva Garrido dijo...

Coincido contigo.

Motivación, interacción y dinero y/o incentivos, las claves para sacar el máximo partido de un empleado.

Eso sí, creo que la motivación lo es todo. Una persona con motivación puede trabajar en lo que le apasiona sin ganar la nómina de sus sueños, mientras que si no la tiene, trabajará de mala gana y pensará de sí mismo que es un "pringado". Una persona con motivación aportará ideas siempre que se lo pidan o por sí sola, mientras que si no la tiene, exprimirá poco su creatividad. En definitiva, la motivación es el motor de las ganas que le eches a todo aquello que hagas.

Y si la motivación no es nata, desde la cúpula directiva se puede intentar inyectar en el empleado mediante dulces como los que dices: flexibilización de horarios, subida de sueldo, etc, pero creo que lo que mejor viene en estos casos es que el jefe de turno haga saber al trabajador que su labor es imprescindible para que todo marche bien, para que piense que su trabajo merece la pena y no que acabe creyendo de sí mismo que tan sólo es una pieza de quita y pon en la cadena de producción.

En fin, lo mejor, motivación nata y si no la hay, que la empresa se esfuerce en crearla.

curso de gestion de personal dijo...

Muy interesante aporte. En estos tiempos de crisis económica es indispensable diseñar estrategias de motivación para evitar que el ánimo de los trabajadores decaiga por la incertidumbre que generan los conflictos financieros. Hay que tener en cuenta que un empleado feliz y seguro trabaja mejor y en consecuencia no solo aumenta su productividad sino también la productividad del organismo del cual es parte.